”Cuando tomas la decisión de planificar tus metas y determinar las acciones diarias que te permitirán alcanzarlas, empiezas a trabajar de manera intencional en cada uno de tus sueños”. – Indhira Castro
Al hablar de planificación de metas tenemos que ver dos definiciones. Primero, las metas se conocen como los objetivos o sueños de un individuo o grupo, mientras que la planificación es el proceso de ordenar y decretar acciones para lograr un objetivo.
La unión de ambas es la que da paso a la planificación de metas, donde se organizan, establecen acciones puntuales y fechas límites para lograr cada sueño de manera exitosa.
¿Qué se debe tomar en cuenta antes de empezar la planificación?
Antes de empezar cualquier planificación necesitamos tener un propósito. Conocer el propósito detrás de cada meta permite que nos mantengamos motivados y que trabajemos en las acciones diarias de manera intencional.
Pregúntate:
- ¿Por qué quieres cumplir esa meta?
- ¿Es una prioridad?
- ¿Qué cambios lograrás en tu vida al lograr esa meta?
¿Cómo se dividen las metas?
Existe tres tipos de divisiones:
1. Cantidad de personas: esta división abarca logros de manera grupal, por ejemplo, una meta que deseas conseguir en conjunto con un club o un equipo al que perteneces o metas individuales que quieres lograr por ti mismo.
2. Tiempo: este tipo de división cita las metas a corto, mediano y largo plazo. Las metas a corto plazo suelen exigir menor tiempo de realización, las metas a mediano plazo se establecen para un futuro próximo y, por último, las metas a largo plazo pueden tomar varios años en cumplirse.
3. Áreas de nuestra vida: existe el área personal, económica, espiritual, profesional, entre otras. En este tipo debes dividir tus metas en diversas áreas, de manera que cada objetivo que deseas cumplir pertenezca a un renglón especifico.
¿Cuál es el proceso correcto para hacer una buena planificación?
Lo ideal es empezar a dividir cada una de tus metas por áreas, luego definir el tiempo en que quieres lograrlas. Por ejemplo: en el area profesional deseo realizar dos talleres de escritura en los próximos 4 meses.
Además de esto, es importante desglosar cada una de las metas en acciones diarias. Esto puedes hacerlo a través del método SMART, el cual consiste en escribir cada meta de manera específica, medible, alcanzable, relevante y temporal. Con este método puedes analizar si dicha meta es lograble.
Esto puedes visualizarlo de esta manera:
1. Específicas: significa que debes escribir cada meta de manera clara y precisa, debido a que mientras más específica es, más fácil podrás alcanzarla.
2. Medibles: es importante tener cada división de tus metas escritas para que puedas medir si tus actos diarios están funcionando o no.
3. Alcanzables: esto implica que cada objetivo sea realista y que el tiempo en que te hayas propuesto lograrlo vaya acorde a tus necesidades.
4. Relevante: cada meta que te propongas debe tener un fin e ir de la mano con un propósito que sea importante para ti.
5. Temporales: abarca el periodo de ejecución en el que lograrás dicha meta.
Un ejemplo de una meta SMART es la siguiente: A partir del día 11 de enero, todos los martes estaré trabajando en mi novela para lanzarla el 15 de diciembre del 2021.
Es importante que todo lo que quieras lograr se divida por pasos, debido a que si solo escribes la meta final y no las acciones que te llevarán a lograrla pensarás que es muy difícil de alcanzar.
En escritura sabemos que en ocasiones se presentan bloqueos creativos y no puedes seguir avanzando tus obras literarias. Sin embargo, lo que te recomiendo es que si esto te pasa busques ejercicios de creatividad o consignas de escritura que te mantengan practicando la escritura, hasta que puedas volver a retomar tu obra.
¿Qué hacer si una meta no se cumple?
En primer lugar, no debes presionarte o castigarte por no haber cumplido la meta. Luego, es importante hacer una revisión de dicha planificación para saber la razón por la cual no pudiste cumplirla, si tuvo que ver contigo o fue un cambio inesperado que se salió de tu control. Por último, revisar el tiempo que tienes disponible y validar si puedes ajustar la meta.
Una recomendación importante para evitar este tipo de situaciones es hacer una revisión semanal de cada una de tus metas, para así llevar un control de que se está cumpliendo y que no, con anticipación.
Recomendaciones para tu planificación del 2021.
1. Evalúa: es importante hacer una revisión de donde estas en cada área de tu vida y hacía donde quieres llegar.
2. Escribe cada una de las metas: elige un sistema de planificación, ya sea una agenda, una aplicación o un crea un documento en Excel. Lo ideal es que sean fáciles de visualizar. Un mapa de sueños también puede ayudarte en la parte de visualización.
3. Define tu porqué y para que: cual es el propósito detrás de cada meta y cuál es su razón de ser.
4. Planificación: aquí es donde divides las metas, escribes las acciones diarias y pones fecha a cada una en el sistema de planificación que has elegido.
5. Crear hábitos: define los hábitos que acompañarán cada meta. Si quieres escribir un libro, debes desarrollar el hábito de escribir constantemente al menos 30 minutos.
6. Tomar acción: empezar a dar pasos con constancia y compromiso.
7. Revisar: ver que está funcionando o que se debe modificar. Además de celebrar los logros que has obtenido hasta el momento.
Es importante que recuerdes que debes ser constante y accionar. No te quedes en el ‘‘quiero hacer’’, sin moverte. Es momento de tomar acción y planificar YA.
Si no puedes solo, busca apoyo de un profesional que te acompañe en tu proceso y te ayude a concretizar tus metas y llevarlas a la acción.
Este Blog Post fue inspirado en el vivo realizado en mi cuenta de Instagram @soyinspiracion junto a Walky, de @walkyavila, puedes encontrarlo en mi IGTV.
– Indhira Castro
